Escribir es sobrevivirse.
Cuando comenzaba en España el confinamiento, cuando la incertidumbre empezaba a hacerse con todo, recibí un paquete lleno de ejemplares de mi último libro Manchas de Café. Fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida. Lo abrí despacio, para saborear el momento. Retiré el precinto como si contuviese material inflamable. Olí los libros…